Taquillas inteligentes, ciudades «smart» y nuevos hábitos: el viaje de WIB contado por Alfonso Correale
- 10 de junio de 2025
- Elena Federici

En un mundo cada vez más conectado y orientado hacia la sostenibilidad, las taquillas inteligentes están revolucionando la forma en que recibimos paquetes, compartimos objetos y usamos los espacios públicos. En esta entrevista, conversamos con nuestro CEO, Alfonso Correale, para explorar la evolución de esta tecnología y el ecosistema que la rodea, junto con el crecimiento de WIB, una empresa que partió desde Italia y que hoy forma parte de un escenario cada vez más internacional.
Alfonso, gracias por acompañarnos. Empecemos por tu rol: ¿qué significa hoy liderar una empresa como WIB?
Liderar WIB hoy es encontrar un equilibrio constante entre visión y ejecución. Estamos en un mercado que evoluciona rápidamente, donde la tecnología, la logística y la sostenibilidad se cruzan a diario. Cada jornada combina estrategia, escucha activa al cliente e innovación concreta.
También conlleva una gran responsabilidad: guiar a un equipo extraordinario hacia soluciones que no solo mejoren la eficiencia de los procesos empresariales, sino también la calidad de vida en nuestras ciudades.
WIB es una pionera en el sector de las taquillas inteligentes, una solución que cada vez forma más parte de la vida cotidiana. ¿Qué diferencias ves respecto a los inicios?
Cuando comenzamos, hablar de taquillas inteligentes era explicar un concepto nuevo, casi futurista. Hoy, muchas personas los usan a diario, ya sea para recoger un paquete o para acceder a servicios compartidos. El cambio más importante ha sido cultural: las taquillas inteligentes han pasado de ser una curiosidad tecnológica a convertirse en infraestructuras habilitadoras, integradas en la experiencia urbana y empresarial.

Además, han surgido nuevos casos de uso que van mucho más allá del simple retiro de paquetes: taquillas para lavanderías, para el préstamo y devolución de libros, o para tomar prestados objetos de uso cotidiano en universidades, como secadores, taladros o paraguas.

De izquierda a derecha: Antonio Beraldi (Leila – La red de los objetos), Francesca Boni (Universidad Bocconi) y Alfonso Correale (WIB)
También en las empresas las taquillas inteligentes están cada vez más presentes: en muchas grandes compañías se usan para gestionar correspondencia, apoyar el servicio de comedor, entregar y recoger dispositivos corporativos, entre otros.
¿Cómo ha evolucionado WIB en estos años para responder a estos nuevos escenarios y aportar más valor al mercado?
Hemos pasado de ser fabricantes de tecnología a convertirnos en socios estratégicos. Desarrollamos una plataforma de software abierta e interoperable, capaz de adaptarse a taquillas de distintos fabricantes y a múltiples aplicaciones: desde logística urbana hasta gestión de activos empresariales, equipaje o incluso el alquiler de raquetas en el mundo del deporte.

Hoy, WIB es un facilitador de servicios, no solo un proveedor.
También nos hemos internacionalizado, colaborando con empresas como Ricoh en Europa y Estados Unidos, y con grandes operadores logísticos en Italia.
La lógica está cada vez más orientada a la integración, para habilitar experiencias en las que el smart locker se convierte en parte de un ecosistema más amplio de servicios y procesos centrados en la persona.
Ya que hemos hecho un repaso del pasado y del presente, miremos hacia adelante: ¿qué perspectivas ves para este mercado, en Italia y a nivel internacional?
Creo que el camino está claro: el futuro de las taquillas estará cada vez más ligado a la interoperabilidad y a su rol como infraestructura pública. Me imagino un modelo similar al de las estaciones de carga de vehículos eléctricos: redes diferentes, pero coordinadas para garantizar un servicio accesible y universal.
Italia puede desempeñar un papel clave invirtiendo en estándares abiertos y fomentando sinergias entre el sector público y el privado. A nivel internacional, hay un enorme potencial en sectores como la salud, el facility management y la movilidad urbana.
Y el rol de los reguladores será fundamental para establecer reglas que permitan redes compartidas y verdaderamente accesibles.
Las taquillas inteligentes también están en el centro de un cambio mayor en nuestra forma de vivir las ciudades. ¿Qué beneficios y oportunidades ofrecen en términos de sostenibilidad?
Las taquillas inteligentes generan un impacto positivo inmediato, por ejemplo, reduciendo los intentos fallidos de entrega —uno de los mayores problemas del delivery— y mejorando la logística de última milla.

Pero hay más: permiten el acceso distribuido y continuo a servicios, las 24 horas del día, lo que se traduce en menos tráfico urbano y menos emisiones. Y la sostenibilidad no es solo ambiental: también es social. Las taquillas pueden convertirse en puntos de acceso universal a servicios esenciales, incluso en zonas menos atendidas.
Si están bien diseñados e integrados, son herramientas de inclusión y transformación urbana positiva.
Gracias, Alfonso, por compartir tu visión, los desafíos y las oportunidades de un sector tan dinámico. ¡Mucho éxito para el futuro de WIB!
Gracias a vosotros. Ha sido un placer compartir este recorrido. WIB está hecha de personas que creen en un futuro más inteligente, eficiente e inclusivo. Y cada día trabajamos para que ese futuro se convierta en presente.